Los británicos observan estos días con una mezcla de júbilo y pavorcómo el termómetro sube y alcanza récords históricos. Y, mientras las barbacoas no dan abasto y muchos se alegran por poder colocarse por fin las sandalias y las bermudas y dormir -sí, se puede- sin manta, lo cierto es que las altas temperaturas están colapsando partes de un país que no está adaptado para el calor intenso.
Lo que en algunos países caribeños podría considerarse el invierno, en Escocia es una ola de calor: tres días seguidos con temperaturas por encima de los 25 grados. En Inglaterra, algo menos fría, el termómetro tiene que subir por encima de los 28 para que sea considerado ola. Los 40 que se alcanzarán esta semana superan todo lo imaginable por los británicos hasta ahora.
Pista de aterrizaje derretida
El aeropuerto de Luton, en Londres, tuvo que suspender el lunes todas sus operaciones porque la pista de aterrizaje del aeródromo se había prácticamente derretido. El calor deformó algunas zonas de la explanada, convertida en una enorme sartén bajo los 36 grados que se registraron.
Tampoco las vías de tren están preparadas para el calor. Las altas temperaturas han obligado a cancelar cientos de servicios ferroviarios porque las vías corren el riesgo de deformarse bajo el sol.
O de incendiarse, como ocurrió la semana pasada en un puente que concecta la estación de Victoria, una de las más importante de Londres, con la de Brixton. Una chispa prendió los travesaños de madera de las vías, provocando un fuego que tuvo que ser extinguido por los servicios de emergencia.
Fuente : T13.cl